“Hasta el momento, según el planteo técnico elegido, la campaña 2021/22 del maíz muestra un incremento de entre un 19% y un 37% de los gastos de barbecho a cosecha expresados en dólares por hectárea”, afirmó Daniela Pérez, de la sección Economía de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc), durante el Día de Campo de soja, maíz, poroto y sorgo organizado por la entidad. “El rango de gastos varía entre U$S 355 por hectárea (con muy bajo uso de insumos) a U$S 703 por hectárea (dosis requerida de N y P extraído para rinde de 7,3 toneladas por hectárea).
Para un manejo que considere solo fertilización nitrogenada para la dosis de uso frecuente en zona (100 kg de urea), el gasto rondó los U$S 460 por hectárea, un 33% más que el año pasado. Principalmente debido a la suba de los fertilizantes: entre diciembre de 2020 y el mismo mes del año pasado el precio de la urea subió el 136% y el del superfosfato, el 90%. “Los gastos de administración, estructura y flete presentan igual aumento que en el caso de la soja”, dijo.
Los productores de los dos cultivos que compraron insumos en precampaña obtuvieron mejores resultados -en general este método de compra presenta beneficios-.
Las posiciones junio/julio para el maíz se ubican alrededor de U$S 240 la tonelada; un 8% por debajo del valor actual -del orden de los U$S 260-, un 25% por arriba del promedio de junio-agosto del año pasado (U$S 191) y el 60% más que la media 2017-2021 para junio-agosto (U$S 150).
El aumento del precio del maíz permite rindes de indiferencia muy semejantes y levemente inferiores a los de la campaña 2020/21, para el manejo bajo en insumos. No ocurre para el caso de un manejo que por lo menos lleve nitrógeno o, menos aun, para uno con fertilización más adecuada a los requerimientos nutricionales del maíz en la zona.
A un precio de maíz de U$S 240 la tonelada y un manejo que considera solo la dosis frecuente de nitrógeno usada en la zona el rinde de indiferencia sería de 3,2 toneladas por hectárea (t/ha) en tierra propia y 4.4 t/ha en arriendo a porcentaje (18%). Para el manejo con fertilización requerida de N y extracción de P, el rinde de indiferencia en tierra propia rondaría 4,2 t/ha, y en arriendo, unos 5,5 t/ha.
Los resultados productivos no se definen aún, ya que habrá mucha variabilidad debido al clima de la campaña, a lo que se suma en estos días la lluvia, que está deteniendo la cosecha de soja. “Si los rindes se ubican cerca del promedio de la década, de 2,7 t/ha para soja y de 6,2 t/ha para maíz el resultado sería positivo”, dijo Pérez.